viernes, 3 de enero de 2014

COMO MANTENER EL BARCO A FLOTE‏

"No os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal." Mateo 6.34.

Planear para el mañana es tiempo bien invertido; afanarse por el mañana es tiempo perdido. Algunas veces es dificultoso notar la diferencia. Planear es pensar con antelación en metas, pasos y fechas, y confiar en la dirección de Dios. Cuando se hace bien, el afán disminuye. El que se afana, en cambio, se ve asaltado por el temor y se le hace difícil confiar en Dios. El que se afana deja que sus planes interfieran en su relación con Dios. No permita que su afán por el mañana afecte sus relaciones con Dios.

Un día en una visita al capitán del barco, sonó una alarma estridente, seguida por extraños ruidos como de algo que rechinaba y chocaba ruidosamente debajo del puente.
«Son nuestros compartimentos herméticos que se cierran», explicó el capitán. «Es una parte importante de nuestros ejercicios de seguridad. En caso de un verdadero problema, el agua que se filtra en un compartimiento no afecta al resto del barco. Aun al chocar con un témpano de hielo, como el Titanic, el agua sólo penetraría en el compartimiento roto. Sin embargo, el barco seguiría a flote».
Cuando habló a los estudiantes de Yale, Osler recordó la descripción que el capitán hizo del barco:

Aplicación.
Cada uno de ustedes es una organización más maravillosa que ese gran trasatlántico, y han emprendido un viaje mucho más largo.
Les exhorto a que aprendan a tener bajo sujeción su vida y a vivir cada día en un compartimiento hermético para ese día.
Esto garantizará su seguridad en todo el viaje de la vida. Toquen un botón y escuchen, en todo ámbito de su vida, las puertas de hierro que dejan fuera el pasado, los días de ayer que ya han muerto.
Toquen otro botón y cierren, con una pared metálica, el futuro, los mañanas que aún no nacen. Así estarán a salvo; a salvo por ese día.
No piensen en la cantidad que hay que lograr, ni en las dificultades que hay que vencer, sino empéñense seriamente en la tarea menuda que tienen a la mano, y dejen que sea suficiente para el día; porque nuestro claro deber no es ver lo que apenas se ve en la distancia, sino hacer lo que tenemos al alcance de la mano.
Muchos barcos personales están zozobrando hoy porque no aprendieron a cerrar el compartimento de abajo. Aprendamos la lección para mantener flotando el barco de nuestra existencia.

Pr. Wilbert Maluquish

miércoles, 1 de enero de 2014

CELULARES EN LA TUMBA‏

“Con mi voz clamé al Señor, Y él me respondió desde su monte santo.” Salmo 3:4.

David sabía que Dios no podía ser confinado a un espacio determinado, pero expresó poéticamente su confianza de que Dios lo escucharía cuando orara. Dios nos responde cuando le oramos con urgencia.

Según un estudio de la cadena británica BBC, cada vez más personas solicitan que los entierren con sus celulares. Esta tendencia nació en Sudáfrica, informó Martín Raymond, Director del Estudio.
Esta se está dando porque las personas tienen temor de sufrir hechizos o brujerías que los dejen en un estado similar al de un muerto, y quieren tener la posibilidad de pedir ayuda desde la tumba si llegaren a despertar estando enterrados.
Según, Raymond, ahora se sabe que también los estadounidenses se llevan sus teléfonos al “más allá”, porque cada vez son más las explosiones en las cremaciones, pues las baterías de esos aparatos no resisten altas temperaturas y se enteran que fueron cremados con los celulares cuando estas baterías explotan.

Aplicación.
Un Celular puede servir en casos de ser enterrados vivos…pero no servirá de nada para entrar en comunicación con Dios, ya que si no tomamos decisión de amarle en vida, después de muerto es demasiado tarde.
Este es el día de hablar con Dios y sin necesidad de celular. Un corazón contrito y humillado, Dios jamás lo ignorará.

“Porque si tú llegas a afligirles, y ellos clamaren a mí, ciertamente oiré yo su clamor.” Éxodo 22:23.

“Tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada, y harás conforme a todas las cosas por las cuales hubiere clamado a ti el extranjero; para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre, y te teman así como tu pueblo Israel, y sepan que tu nombre es invocado sobre esta casa que yo he edificado.” 2 Crónicas 6:33.

Pr. Wilbert Maluquish

La tierra nueva en Apocalipsis 21 y 22: Una perspectiva adventista del séptimo día

Introducción En el desarrollo teológico del libro del Apocalipsis, los capítulos 21 y 22 presentan una visión esencial para la cosmovisión a...