Antes bien, creced en la gracia y el
conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta
el día de la eternidad. Amén. 2 Pedro 3:18
El verbo “creced” implica “continuad creciendo”. Los lectores de Pedro ya habían progresado
mucho en su conducta, pero no debían quedar satisfechos; debían continuar su
crecimiento espiritual (Mat 5:48; Efe 4:13-15; 1Pe 2:2).
El crecimiento es
característico del verdadero hijo de Dios, como lo es de todos los seres
vivientes, pues ha encontrado una nueva vida en Cristo Jesús (1Co 4:15). Su meta es tener un carácter que se asemeje
al carácter perfecto de su Señor y una mente que pueda pensar a semejanza de
Cristo. Aspira a crecer “en todo en
aquel que es la cabeza, esto es, Cristo” (Efe 4:15). El cristiano puede anticipar en esta vida y
en la de más allá un crecimiento ¡limitado en carácter y en la comprensión de
la voluntad y de lo caminos de Dios.
Ilustración.-
Dejar de crecer, entonces nos
estancamos.
Win M. Soukup ha compilado
lo que él llama “Los siete pasos al estancamiento”
1. Nunca antes lo habíamos
hecho de esa manera.
2. No estamos listos para
esto.
3. Estamos bien sin
intentar eso.
4. Ya lo hemos intentado
una vez.
5. No tenemos dinero para
eso.
6. Ese no es nuestro
trabajo.
7. Algo como eso no puede
funcionar.
Soukup admite que
“probablemente hay un octavo paso, pero nunca antes lo hemos buscado.”[1]
Aplicación.-
El Estancamiento nunca
comienza fuera de nosotros, siempre dentro de nosotros. No culpemos a los demás
ni a las circunstancias por nuestro enfriamiento en la vida. En realidad todo
comenzó adentro hace rato.
Pr. Wilbert Maluquitsh