miércoles, 16 de septiembre de 2015

EL MIEDO PARALIZA

INTRODUCCIÓN
¿Cómo se sentiría usted al saber que está a punto de encontrarse con la persona a la que usted le ha arrebatado su posesión más preciada?

Idea homilética: El miedo paraliza, más la oración te da la seguridad de avanzar.  
Texto base: Génesis 32:7-16
-                     Y a pesar del temor y de la angustia, Jacob toma la firme decisión de enfrentarse con Esaú y continuar hacia Canaán. El temor y la angustia parecen ser comunes en los hombres de Dios al enfrentar los grandes desafíos. A Josué Dios le exhorta a no temer ni desmayar al enfrentar el desafío de la conquista. Jesús se angustia antes de enfrentar la cruz.[1]
-                     Mira a Jacob, a pesar de ser hombre de gran fe, tuvo gran temor y se angustió (v. 7).
-                     Nuestra norma debe ser invocar a Dios en tiempo de angustia.
-                     Por ello vale la pena considerar qué hubo de extraordinario en esta plegaria, para que alcanzase tal favor y tal honor.

I.-        La petición era una sola y muy explícita: Líbrame ahora de la mano de mi hermano (v. 11). Los hijos de Dios no se avergüenzan de exponerle sus temores. El temor que estimula a la oración es digno de exponerse en su presencia.[2]

II.-       Los versículos 9–12 contienen toda la oración de Jacob. Esta oración contiene tres elementos que quizá podemos incorporar en nuestras propias oraciones:
1.      Recuerda la promesa que Dios le había hecho de prosperarlo en todos los aspectos de su vida: “Yo te haré bien” (v. 9).
2.      Reconoce agradecido la bondad de Dios hacia él en su destierro y el grado con que esta bondad ha sobrepasado su expectación: “Con mi cayado pasé este Jordán, pobre y desolado, como un peregrino desamparado y despreciado»; «y ahora estoy sobre dos campamentos, rodeado de un numeroso y acomodado grupo de hijos y criados” (v. 10).
EGW, dice: Necesitamos mirar el pasado, para ver la manera como el Señor nos ha guiado, pero para ser hambrientos por más”
3.      Jacob con toda humildad reconoce que él no es digno. La expresión hebrea usada aquí lit. dice: "soy muy pequeño" o "soy insignificante y sin valor alguno" (v. 10). Sin duda aquellos veinte años de servicio dirigente, paciencia y humillación habían moldeado y purificado brillantemente el carácter de Jacob.
En el liderazgo se dice: La humildad, construye castillos; más la soberbia, no lleva a ningún lugar.
Ilustración:
Le preguntaron al técnico de la selección peruana, Señor Paulo Autori: “Porque nuestra selección siempre pierde? – ha dice: lo que la selección necesita es un psicólogo, Porque cuando entra a la cancha, tiene miedo ganar.”

Aplicación:
El miedo paraliza o nos puede hacer retroceder, por eso cualquier cosa que nos atemorice debe inducirnos a doblar nuestras rodillas ante nuestro Dios.[3]Solo así obtendremos la fuerza para avanzar en la dirección de los grandes planes de Dios.

Llamado:
En medio de tus temores y dudar, quieres haces de la oración un instrumento de fortaleza y poder. Puede incorporar a tus suplicas la oración de Jacob: Reconocimiento, gratitud y Humildad.

Pr. Wilbert Maluquish
Setiembre, 2015




[1]Daniel Carro, José Tomás Poe, Rubén O. Zorzoli and Tex.) Editorial Mundo Hispano (El Paso, Comentario Bı́blico Mundo Hispano Genesis, 1. ed. (El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano, 1993-<1997), 183.
[2]Ibid., 182.
[3]Matthew Henry and Francisco Lacueva, Comentario Bı́blico De Matthew Henry (08224 TERRASSA (Barcelona): Editorial CLIE, 1999), 58.

martes, 15 de septiembre de 2015

MANÁ

1.- Lección: Jehová nos prueba diariamente sin andamos en obediencia.
2.- Texto: Éxo 16:4 Y Jehová dijo a Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo;a y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no.”[1]

El texto señala que a la mañana siguiente, hizo llover sobre ellos el maná y éste había de ser su pan cotidiano en su peregrinar por el desierto.

1. Este maná que Dios les daba era un alimento de fuerte poder nutritivo, tanto que no tenían necesidad de ninguna otra cosa para su sustento. Le llamaron maná, ya sea preguntándose: ¿qué es esto?, como traducen nuestras versiones o, más probablemente: Esto es man (hebreo «man hu»), como llaman todavía los árabes a un jugo denso, dulce como la miel exudado por un arbusto de la península del Sinaí, aunque las características del maná son muy distintas, y muestran claramente que era algo muy similar provisto directamente por intervención milagrosa de Dios.

2. Tenían que recogerlo cada mañana, cada uno según lo que había de comer (v. 21), diariamente la porción de un día (v. 4). Parece ser que nuestro Salvador alude a este llover y recoger diario del maná cuando nos enseña a orar: El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy (Mt. 6:11; Lc. 11:3). Aquí se nos enseña a tener:
(A) prudencia y diligencia para obtener el alimento conveniente para nosotros y para nuestra familia. Lo que Dios nos da benignamente, debemos recogerlo laboriosamente;
(B) contentamiento y satisfacción con lo suficiente. Debían recogerlo, cada uno según lo que había de comer; lo que basta, ya es tan bueno como un banquete; y lo que es demasiado, ya es tan malo como un empacho;
(C) depender de la Providencia: Ninguno deje nada de ello para mañana (v. 19), sino más bien que aprendan a irse a la cama y dormir tranquilamente, aunque no tengan una migaja en su tienda ni en todo el campamento, y que confíen plenamente en que Dios, con el día de mañana, les traerá el sustento de mañana. Véase aquí la necedad de acumular sin ton ni son. El maná que algunos dejaron para el día siguiente, se pudrió y crió gusanos (v. 20), no sirvió para nada sino para dar mal olor.[2]

3.- Ilustración:
Cada día, cada mañana y cada uno, alimento para la vida. Es el slogan del proyecto Maná 2016 en la DSA de la iglesia adventista del séptimo día. Dicho proyecto entonces ofrece una oportunidad a cada miembro a ser probado su obediencia a Dios el dador y proveedor de las grandes bendiciones. Sea fiel.

4.- Aplicación:
Meditemos aquí:
(A) Sobre el gran poder de Dios, que alimentó a Israel en el desierto e hizo para ello milagros diarios. Nunca jamás hubo un mercado tan provisto como este campamento, donde tantos cientos de miles de personas eran alimentadas diariamente sin dinero y sin precio. Nunca jamás hubo una casa abierta que estuviese tan bien guardada como lo estuvo este campamento en el desierto durante cuarenta años continuos, ni se dio un festín tan barato y tan abundante.
(B) Sobre la constante providencia de Dios. La misma sabiduría, el mismo poder y la misma bondad que, en aquella ocasión hicieron descender de las nubes el alimento día a día, están ocupados y empleados en el constante y ordinario curso de la naturaleza, para producir alimento de la tierra y darnos todo en abundancia para nuestro disfrute.



Pr. Wilbert Maluquish
Setiembre, 2015



                 a a 16.4: Jn. 6.31.
[1]Reina Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998), Ex 16.4-5.
[2]Matthew Henry and Francisco Lacueva, Comentario Bı́blico De Matthew Henry (08224 TERRASSA (Barcelona): Editorial CLIE, 1999), 91.

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