INTRODUCCIÓN
¿Cómo se
sentiría usted al saber que está a punto de encontrarse con la persona a la que
usted le ha arrebatado su posesión más preciada?
Idea homilética: El miedo
paraliza, más la oración te da la seguridad de avanzar.
Texto base: Génesis 32:7-16
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Y a pesar del temor y de la
angustia, Jacob toma la firme decisión de enfrentarse con Esaú y continuar
hacia Canaán. El temor y la angustia parecen ser comunes en los hombres de Dios
al enfrentar los grandes desafíos. A Josué Dios le exhorta a no temer ni desmayar
al enfrentar el desafío de la conquista. Jesús se angustia antes de enfrentar
la cruz.[1]
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Mira a Jacob, a pesar de ser
hombre de gran fe, tuvo gran temor y se angustió (v. 7).
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Nuestra norma debe ser invocar
a Dios en tiempo de angustia.
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Por ello
vale la pena considerar qué hubo de extraordinario en esta plegaria, para
que alcanzase tal favor y tal honor.
I.- La petición era una sola y muy explícita: Líbrame ahora de la mano de mi hermano (v. 11). Los hijos de
Dios no se avergüenzan de exponerle sus temores. El temor que estimula a la
oración es digno de exponerse en su presencia.[2]
II.- Los versículos 9–12 contienen toda la oración de Jacob. Esta oración contiene tres elementos que quizá podemos incorporar en
nuestras propias oraciones:
1.
Recuerda la promesa que Dios
le había hecho de prosperarlo en todos los aspectos de su vida: “Yo te haré bien” (v. 9).
2.
Reconoce agradecido la bondad
de Dios hacia él en su destierro y el grado con que esta bondad ha sobrepasado
su expectación: “Con mi cayado pasé este Jordán, pobre y desolado, como
un peregrino desamparado y despreciado»; «y ahora estoy sobre dos
campamentos, rodeado de un numeroso y acomodado grupo de hijos y criados”
(v. 10).
EGW, dice: Necesitamos mirar
el pasado, para ver la manera como el Señor nos ha guiado, pero para ser
hambrientos por más”
3.
Jacob con toda humildad
reconoce que él no es digno. La expresión hebrea usada aquí lit. dice: "soy muy pequeño" o "soy
insignificante y sin valor alguno" (v. 10). Sin duda aquellos veinte
años de servicio dirigente, paciencia y humillación habían moldeado y
purificado brillantemente el carácter de Jacob.
En el liderazgo se dice: La
humildad, construye castillos; más la soberbia, no lleva a ningún lugar.
Ilustración:
Le
preguntaron al técnico de la selección peruana, Señor Paulo Autori: “Porque
nuestra selección siempre pierde? – ha dice: lo que la selección necesita es un
psicólogo, Porque cuando entra a la cancha, tiene miedo ganar.”
Aplicación:
El miedo
paraliza o nos puede hacer retroceder, por eso cualquier
cosa que nos atemorice debe inducirnos a doblar nuestras rodillas ante nuestro
Dios.[3]Solo así obtendremos la fuerza
para avanzar en la dirección de los grandes planes de Dios.
Llamado:
En medio de tus temores y dudar, quieres haces de la
oración un instrumento de fortaleza y poder. Puede incorporar a tus suplicas la
oración de Jacob: Reconocimiento, gratitud y Humildad.
Pr.
Wilbert Maluquish
Setiembre,
2015
[1]Daniel Carro, José Tomás
Poe, Rubén O. Zorzoli and Tex.) Editorial
Mundo Hispano (El Paso, Comentario Bı́blico Mundo Hispano Genesis, 1.
ed. (El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano, 1993-<1997), 183.
[3]Matthew Henry and Francisco Lacueva, Comentario
Bı́blico De Matthew Henry (08224 TERRASSA (Barcelona): Editorial CLIE,
1999), 58.