Introducción
Dentro del marco de la cosmovisión adventista, la segunda venida de Cristo es el clímax del gran conflicto entre el bien y el mal, y la culminación del plan de salvación. Esta doctrina no solo es central en la escatología adventista, sino también un pilar de nuestra fe y esperanza como iglesia remanente. Lejos de ser una metáfora espiritual, la Escritura enseña que el regreso de Jesús será literal, visible, audible y glorioso, con implicaciones cósmicas y eternas.
El fundamento bíblico de la segunda venida de Cristo
Desde el Antiguo Testamento hasta el Apocalipsis, la segunda venida está profusamente profetizada como un evento real y trascendental.
- Job 19:25-27 expresa su fe en que “verá a su Redentor”.
- Daniel 7:13-14 habla de “el Hijo del Hombre viniendo con las nubes del cielo”.
- En el Nuevo Testamento, Jesús mismo prometió regresar: “Vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo” (Juan 14:3).
Los ángeles confirmaron esta promesa en la ascensión: “Este mismo Jesús... vendrá así como le habéis visto ir al cielo” (Hechos 1:11). Esta afirmación establece la literalidad y visibilidad del regreso del Salvador.
Características del retorno de Cristo según la escatología adventista
1. Será visible para todos
El libro de Apocalipsis es enfático: “Todo ojo le verá” (Apocalipsis 1:7). No se trata de una venida secreta, espiritual o simbólica. Cada ser humano en la Tierra presenciará este acontecimiento majestuoso, tanto salvos como perdidos.
2. Será audible y acompañado de gloria
1 Tesalonicenses 4:16 declara: “El Señor mismo... descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios”. Esta descripción incluye elementos sonoros que imposibilitan cualquier interpretación secreta o mística.
Además, Jesús vendrá con gran poder y gloria (Mateo 24:30), acompañado de millones de ángeles celestiales (Mateo 25:31), iluminando los cielos en su totalidad.
3. Será un evento cósmico y catastrófico para los impíos
El día del Señor será también un día de juicio y destrucción para los que rechazaron el evangelio. Según 2 Tesalonicenses 1:7-9, Cristo “se manifestará... con fuego consumidor”, y los impíos “serán castigados con eterna perdición”.
El propósito redentor de la segunda venida
1. La redención de los justos
El evento culminante del regreso de Cristo será la resurrección de los justos muertos y la transformación de los vivos fieles (1 Corintios 15:51-53). Estos serán arrebatados “para recibir al Señor en el aire” (1 Tesalonicenses 4:17).
2. El fin del pecado y de la historia del mal
La segunda venida marcará el cierre definitivo del tiempo de gracia, el inicio del milenio y la suspensión de toda actividad humana sobre la Tierra. Satanás será atado simbólicamente (Apocalipsis 20:1-3), y el sistema mundial de pecado colapsará para siempre.
Errores doctrinales: Refutación del rapto secreto
La creencia en un "rapto secreto" es uno de los conceptos más difundidos en el cristianismo evangélico contemporáneo. Sin embargo, este no encuentra respaldo en las Escrituras cuando se las interpreta con fidelidad al contexto.
- Mateo 24:27 establece que la venida de Cristo será como “el relámpago”: visible e inmediata.
- Apocalipsis 6:15-17 describe a los impíos clamando por morir al ver venir al Cordero, lo cual implica una visibilidad universal del evento.
La teología adventista, apoyada en el principio historicista, descarta cualquier noción de escapismo secreto, y afirma que la iglesia atravesará la gran tribulación, pero será librada por la intervención directa de Cristo.
La señal del Hijo del Hombre y las señales previas al retorno
Jesús predijo varias señales que antecederían a Su regreso:
- Fenómenos cósmicos: El oscurecimiento del sol, la luna de sangre y la caída de las estrellas (Mateo 24:29).
- Guerras, pestes, hambres y terremotos (Mateo 24:6-8).
- Apostasía, incremento de la maldad y persecución a los fieles (Mateo 24:9-12).
Todas estas señales han tenido cumplimiento histórico, especialmente desde el siglo XVIII en adelante, lo que nos lleva a concluir que vivimos en el “tiempo del fin” según Daniel 12:4.
El juicio previo: Investigación antes de la venida
En coherencia con la doctrina del santuario celestial, los adventistas afirmamos que antes del regreso de Cristo se desarrolla un juicio investigativo en el cielo, desde 1844 en adelante, conforme a Daniel 8:14.
Este juicio tiene como propósito determinar quiénes serán considerados dignos de participar de la primera resurrección y recibir la vida eterna, según Apocalipsis 20:6. La segunda venida, entonces, no es un acto aislado, sino el resultado final de un proceso judicial divino en curso.
La preparación del pueblo de Dios: una vida de santidad y misión
1. Vigilancia y fidelidad
Cristo exhortó: “Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora” (Mateo 25:13). La preparación no se basa en especulaciones proféticas, sino en una vida de santidad práctica, fidelidad doctrinal y comunión con Dios.
2. Proclamación del triple mensaje angélico
El remanente fiel proclama el mensaje de Apocalipsis 14:6-12:
- Temed a Dios y dadle gloria.
- Ha llegado la hora del juicio.
- Adorad al Creador.
- ¡Salid de Babilonia!
Este mensaje constituye el último llamado divino al mundo antes del retorno de Cristo, y está inseparablemente ligado a la obediencia a los mandamientos de Dios y la fe en Jesús.
La segunda venida y el conflicto cósmico
La teología adventista articula la segunda venida dentro del marco del gran conflicto entre Cristo y Satanás. Este conflicto, iniciado en el cielo (Apocalipsis 12), tendrá su cierre provisional en la segunda venida, donde los justos serán vindicados, los impíos destruidos y Satanás restringido.
Ellen White señala: “La segunda venida de Cristo es la gran esperanza del pueblo de Dios. Es el día de la liberación, el día de la justicia, el día de la gloria eterna” (White, 1911, El Conflicto de los Siglos, p. 302).
Implicaciones escatológicas para la iglesia remanente
1. Prueba final de fidelidad
Antes del retorno de Cristo, el mundo será dividido entre quienes obedecen a Dios y quienes siguen al poder de la bestia (Apocalipsis 13). El sábado será la señal distintiva del pueblo fiel, frente al falso día de adoración promovido por el sistema babilónico.
2. Sacrificio y testimonio final
El pueblo de Dios no será arrebatado antes de la crisis final, sino que permanecerá como testigo viviente de la justicia y misericordia de Dios. Su fidelidad sellará su destino eterno y dará testimonio ante el universo.
Conclusión
La segunda venida de Cristo no es una teoría marginal ni un tema para debates teológicos estériles. Es la esperanza que nos impulsa a vivir con propósito, pureza y urgencia misionera. El mundo está al borde del clímax de su historia, y nosotros somos llamados a proclamar: “¡He aquí, viene el Esposo!” (Mateo 25:6).
Como pueblo que guarda los mandamientos de Dios y tiene el testimonio de Jesucristo, debemos prepararnos espiritual y doctrinalmente, y contribuir activamente al cumplimiento de la gran comisión.
El tiempo es corto. La promesa es cierta. Jesús viene pronto.
Referencias bibliográficas
- Davidson, R. M. (2010). The Second Coming in Biblical Perspective. Andrews University Seminary Studies, 48(2), 211–239.
- Gulley, N. R. (2012). Systematic Theology, Vol. 4: Eschatology. Berrien Springs, MI: Andrews University Press.
- Mueller, E. (2016). Apocalyptic Expectation in the New Testament and Adventist Eschatology. Journal of the Adventist Theological Society, 27(1), 30–55.
- Rodríguez, Á. M. (2004). The Investigative Judgment: Biblical and Theological Perspectives. Biblical Research Institute Releases, (8), 1–35.
- White, E. G. (1911). El conflicto de los siglos. Asociación Casa Editora Sudamericana.
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