Introducción
En la sociedad contemporánea, los medios de comunicación, las prácticas de entretenimiento, la libertad sexual y las tendencias alimenticias reflejan una creciente ruptura con los valores divinos revelados en la Biblia. Frente a este escenario, la cosmovisión adventista del séptimo día ofrece una guía clara y equilibrada que integra cuerpo, mente y espíritu, destacando la relevancia de la pureza sexual, la moderación en la alimentación y el discernimiento en las formas de diversión.
El entretenimiento y los medios: Guardianes o invasores de la mente cristiana
El principio de la mayordomía mental
Como creyentes, somos llamados a guardar la mente como el centro de nuestras decisiones morales y espirituales (Proverbios 4:23). La influencia de los medios —televisión, cine, música, videojuegos, redes sociales— puede ser constructiva o destructiva. Por ello, se nos insta a evaluar todo contenido a la luz de Filipenses 4:8, que nos invita a pensar en “todo lo verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro”.
Los estudios de teólogos adventistas como Jan Paulsen y Alberto Timm resaltan el principio de la “mayordomía del pensamiento”, sugiriendo que lo que consumimos con nuestros sentidos moldea el carácter (Timm, 2016, Revista Kerygma).
Criterios para un entretenimiento cristiano saludable
- Glorifica a Dios: 1 Corintios 10:31 nos recuerda que todo lo que hacemos debe ser para la gloria de Dios.
- Edifica el carácter: No debe promover violencia, inmoralidad, desobediencia ni materialismo.
- Respeta el tiempo sagrado: Evita actividades que profanen el sábado o distraigan del crecimiento espiritual.
El adventismo no promueve una vida de aislamiento, sino una diversión sana, equilibrada y edificante, que incluya el contacto con la naturaleza, el arte, el deporte recreativo y la lectura edificante.
Sexualidad bíblica: Pureza, propósito y pacto
El diseño divino para la sexualidad humana
La sexualidad fue creada por Dios como un don sagrado (Génesis 1:27-28). Su propósito no solo es procreativo, sino también relacional, emocional y espiritual dentro del contexto del matrimonio entre un hombre y una mujer (Génesis 2:24; Hebreos 13:4).
La teología adventista subraya que la sexualidad es parte del plan divino, pero debe vivirse en pureza, responsabilidad y compromiso. La promiscuidad, el sexo fuera del matrimonio y las distorsiones del diseño original representan una transgresión a la ley moral.
Pureza sexual: llamado a la santidad y a la fidelidad
La pureza sexual no es represión, sino libertad en Cristo. Implica dominio propio, respeto por el cuerpo (templo del Espíritu Santo, 1 Corintios 6:19-20) y una visión elevada del otro como creación divina, no como objeto de placer.
Pablo advierte en 1 Tesalonicenses 4:3-5: “La voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; que cada uno sepa tener su propia esposa en santidad y honor”.
Elena G. de White escribió: “La verdadera nobleza del hombre se demuestra cuando ejerce control sobre sus pasiones” (El Hogar Cristiano, p. 127). En este sentido, la abstinencia prematrimonial y la fidelidad conyugal son pilares de la ética sexual cristiana.
Relaciones interpersonales saludables: Respeto, amor y compromiso
Amor como fundamento relacional
Las relaciones no deben basarse en el interés egoísta o la atracción superficial. 1 Corintios 13 establece el modelo del amor agape: paciente, bondadoso, respetuoso, incondicional. Este amor solo puede ser cultivado con la ayuda de Dios.
Citas y noviazgo en la cosmovisión adventista
La Iglesia Adventista promueve relaciones sentimentales con propósito espiritual, evitando uniones desiguales (2 Corintios 6:14). El noviazgo debe ser un período de conocimiento mutuo, bajo oración, orientación y principios bíblicos.
Matrimonio: un pacto, no un contrato
El matrimonio es sagrado (Marcos 10:9), diseñado como un pacto eterno de amor, exclusividad y cooperación mutua. La vida sexual dentro del matrimonio debe ser expresión de entrega, respeto y fidelidad.
Alimentación y salud: El cuerpo como templo del Espíritu Santo
Principios bíblicos de alimentación
Desde el Edén, Dios dio al ser humano una dieta basada en plantas (Génesis 1:29). Tras el diluvio, se permitió el consumo de carnes limpias (Levítico 11), pero el ideal divino permanece en el régimen original.
El adventismo defiende una alimentación saludable como expresión de obediencia, responsabilidad y testimonio (1 Corintios 10:31). Las decisiones alimentarias influyen en nuestra salud física, mental y espiritual.
La reforma pro salud y el vegetarianismo adventista
El mensaje de salud adventista promueve:
- Dieta vegetariana o basada en plantas
- Moderación en porciones y horarios
- Eliminación de sustancias tóxicas (alcohol, tabaco, café, drogas)
- Ejercicio físico regular
- Hidratación adecuada
- Descanso sabático y nocturno
- Confianza en Dios
Autores como George Knight y Gerald Winslow afirman que la reforma pro salud es parte del mensaje del tercer ángel y preparación para la segunda venida (Winslow, 2019, Ministry Magazine).
Impacto espiritual de la alimentación
Una mente clara, sostenida por una alimentación sana, es más receptiva a la voz del Espíritu Santo. Elena de White lo expresó así: “El que quiera discernir la verdad debe poner en orden su cuerpo” (Consejos sobre el Régimen Alimenticio, p. 57).
El rol de la educación cristiana en los temas de sexualidad, medios y alimentación
La Iglesia Adventista invierte en formación integral de niños, jóvenes y adultos, con énfasis en principios bíblicos aplicados a la vida cotidiana.
- Escuelas e instituciones adventistas: enseñan principios sobre sexualidad, medios, entretenimiento y salud.
- Ministerios de jóvenes y familias: fomentan la pureza, la toma de decisiones sabias y la planificación espiritual de la vida.
En palabras de Humberto Rasi, “la educación cristiana no separa lo espiritual de lo físico, sino que integra todos los aspectos del ser humano en una cosmovisión redentora” (Rasi, 2003, Diálogo Universitario Adventista).
Pecado, redención y restauración: Esperanza para una generación vulnerable
A pesar del bombardeo cultural que trivializa la pureza, la gracia de Cristo es suficiente para perdonar, restaurar y transformar. Romanos 5:20 declara: “Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia”.
Quienes han caído en impureza sexual, adicciones a medios tóxicos o desórdenes alimenticios, pueden hallar restauración mediante el arrepentimiento y la fe en Jesús. Él ofrece una nueva identidad y poder para vivir en santidad (2 Corintios 5:17).
Conclusión
La vida cristiana, según la visión adventista, no se limita a dogmas o prohibiciones, sino que es una invitación a vivir con excelencia, dignidad y propósito. La sexualidad, la diversión, los medios y la alimentación deben estar bajo el señorío de Cristo.
Nosotros, como hijos de Dios, estamos llamados a ser mayordomos fieles de nuestro cuerpo, mente y espíritu, viviendo cada aspecto de la existencia conforme a los principios eternos de la Palabra.
Referencias bibliográficas
- Knight, G. R. (2016). El mensaje adventista: Una teología para el tiempo del fin. Pacific Press.
- Paulsen, J. (2005). Let’s Talk: About Life, Faith, and the Church. Review and Herald Publishing Association.
- Rasi, H. (2003). La cosmovisión cristiana y la educación adventista. Diálogo Universitario Adventista, 15(1), 5–10.
- Timm, A. R. (2016). Entretenimiento, medios y vida cristiana. Revista Kerygma, 42(2), 123–139.
- White, E. G. (1890). El Hogar Cristiano. Asociación Casa Editora Sudamericana.
- White, E. G. (1938). Consejos sobre el Régimen Alimenticio. Pacific Press.
- Winslow, G. (2019). La reforma pro salud: una expresión práctica del evangelio. Ministry Magazine, 91(3), 22–27.