Introducción
En los capítulos 10 y 11 del libro del Apocalipsis encontramos una de las secciones mas densas y simbólicas del texto profético. A través de la visión del ángel con el librito abierto y la misión de los dos testigos, el apóstol Juan despliega una secuencia profética profundamente enraizada en el contexto del tiempo del fin. Desde una perspectiva teológica adventista, estos capítulos contienen elementos clave para comprender la identidad profética del pueblo remanente, la proclamación del mensaje del juicio y el cumplimiento de la misión evangélica en un tiempo de intensa oposición espiritual.
Este estudio busca ofrecer un análisis exegético, teológico y escatológico riguroso, alineado con la hermenéutica histórico-profética adoptada por la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Nos proponemos desentrañar el significado del librito abierto, identificar la identidad de los dos testigos, y evaluar su función en el marco de la misión profética de la iglesia en los últimos días.
El ángel poderoso con el librito abierto (Apocalipsis 10)
Identidad del ángel y su simbolismo
El capítulo 10 introduce a un “ángel poderoso” que desciende del cielo “envuelto en una nube, con el arco iris sobre su cabeza, su rostro como el sol, y sus pies como columnas de fuego” (Ap 10:1). Este retrato recuerda al Cristo glorificado en Apocalipsis 1:13-16, y a su manifestación en Daniel 10:5-6. Los eruditos adventistas ven en este ángel una representación simbólica de Cristo mismo, no como un ser angélico creado, sino como el Mensajero del pacto (Mal. 3:1), manifestando su autoridad celestial y su carácter glorioso.
Según Pfandl (2017), esta identificación se refuerza por la similitud con otras teofanías en las Escrituras, en las cuales Cristo aparece como portador de un mensaje solemne y redentor. La descripción apunta a una autoridad suprema sobre los eventos escatológicos, especialmente vinculada a la revelación profética contenida en el “librito abierto”.
Pfandl, G. (2017). "The Identity of the Angel of Revelation 10." Journal of the Adventist Theological Society, 28(1), 101–120.
El librito abierto y su contenido profético
El ángel sostiene en su mano un librito abierto, que contrasta con el libro sellado de Apocalipsis 5. La interpretación adventista identifica este librito con la porción de la profecía de Daniel que fue “cerrada y sellada hasta el tiempo del fin” (Dn. 12:4, 9). En este contexto, el “tiempo del fin” comenzó en 1798, año que marca el término de los 1260 días proféticos y el inicio de una nueva etapa en la revelación apocalíptica.
White (1905) señala que este librito representa especialmente la profecía de los 2300 días (Dn. 8:14), que apuntan al inicio del juicio investigador en 1844. El acto de “comer el librito” simboliza la apropiación espiritual del mensaje profético por parte del pueblo de Dios, un acto que provoca dulzura inicial (entusiasmo espiritual) pero amargura posterior (desilusión de 1844).
White, E. G. (1905). El conflicto de los siglos. Mountain View, CA: Pacific Press Publishing Association.
La voz de los siete truenos y el mensaje sellado
El pasaje de Apocalipsis 10:3-4 introduce el misterioso concepto de los “siete truenos”, cuya voz Juan oye pero se le prohíbe escribir. Este episodio alude a revelaciones divinas no registradas, recordando que no todo el conocimiento profético ha sido revelado al ser humano. Desde la cosmovisión adventista, este texto recalca la necesidad de reverencia ante los misterios divinos, y advierte contra las especulaciones escatológicas sin fundamento bíblico.
El juramento del ángel: No habrá más tiempo
En Apocalipsis 10:6, el ángel jura que “no habrá más tiempo”, frase que ha sido traducida por algunos como “ya no habrá demora” (NVI). Sin embargo, la comprensión profética adventista afirma que esta declaración marca el fin del tiempo profético, es decir, que ya no habrá más periodos proféticos que se extiendan más allá de este punto. Esto concuerda con la conclusión de las grandes profecías temporales en 1844, a partir de lo cual se entra en el tiempo del cumplimiento final.
La misión profética renovada (Apocalipsis 10:11)
Tras la experiencia amarga de la desilusión, Juan recibe una nueva comisión: “Es necesario que profetices otra vez”. Esta orden se aplica directamente al surgimiento del movimiento adventista, que, tras el chasco de 1844, fue llamado a reanudar la proclamación del evangelio eterno en el marco de los tres mensajes angélicos de Apocalipsis 14. El texto señala que la proclamación debe alcanzar a muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes, reflejando el carácter universal de la misión adventista.
Los dos testigos de Apocalipsis 11:1-14
Medición del templo y el altar
El capítulo 11 inicia con una orden a medir “el templo de Dios, el altar y los que adoran en él” (Ap 11:1). Desde la perspectiva adventista, esta medición representa la obra de juicio que tiene lugar en el santuario celestial, donde Cristo intercede como Sumo Sacerdote. El acto de medir implica evaluación, pureza y fidelidad, y anticipa la obra de juicio investigador iniciada en 1844.
La identidad de los dos testigos
Los “dos testigos” (Ap 11:3) han sido objeto de múltiples interpretaciones. La exégesis adventista, siguiendo la línea de Uriah Smith y sostenida por posteriores investigadores como Stefanovic (2002), los identifica con las Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento. Son descritos como “dos olivos y dos candeleros” (v.4), imágenes tomadas de Zacarías 4, donde representan los canales por los cuales fluye el Espíritu de Dios.
Stefanovic, R. (2002). Revelation of Jesus Christ: Commentary on the Book of Revelation. Berrien Springs, MI: Andrews University Press.
Esta interpretación se apoya en su testimonio profético durante 1260 días, un período que simboliza los años de persecución durante la Edad Media (538-1798), cuando la Palabra de Dios fue marginada y perseguida por el poder papal. A pesar de esta oposición, las Escrituras mantuvieron su testimonio fiel, y al final del período, resurgieron con poder durante la Reforma y la distribución bíblica en la era moderna.
La muerte y resurrección simbólica de los testigos
Apocalipsis 11:7-11 narra que los dos testigos son muertos por “la bestia que sube del abismo” y sus cadáveres yacen en “la gran ciudad que espiritualmente se llama Sodoma y Egipto”. Esta escena ha sido interpretada por estudiosos adventistas como una referencia a la Revolución Francesa, que encarnó un rechazo radical a la Biblia, institucionalizando el ateísmo y la adoración de la “diosa razón”. Durante un breve período (tres días y medio), la Biblia fue simbólicamente “muerta”, pero luego “subió al cielo”, representando su exaltación y difusión global a través de sociedades bíblicas y misiones evangélicas.
La séptima trompeta y el reino de Cristo (Apocalipsis 11:15-19)
El clímax de esta sección llega con la séptima trompeta, que proclama: “El reino del mundo ha venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo” (Ap 11:15). Desde la hermenéutica adventista, este evento marca el comienzo del juicio final y la preparación para la venida gloriosa de Cristo. El templo celestial se abre y el “arca del pacto” se ve, subrayando la centralidad de la ley de Dios y su papel en el juicio escatológico.
Conclusión
Los capítulos 10 y 11 del Apocalipsis no son meras imágenes crípticas o narraciones simbólicas sin aplicación práctica. En la cosmovisión adventista, constituyen una llamada solemne y urgente a participar del mensaje profético para este tiempo. El ángel con el librito y los dos testigos revelan el papel singular del remanente en la proclamación del mensaje de juicio, esperanza y redención.
Nos corresponde, como comunidad de fe, proclamar nuevamente las verdades contenidas en el librito, defender el testimonio de la Escritura frente a los embates del secularismo moderno y preparar al mundo para la inminente segunda venida de nuestro Señor. En palabras de Elena G. White: “En cada generación Dios ha tenido sus testigos. En medio de las tinieblas, la luz ha brillado, y el testimonio ha sido fiel” (White, 1905, p. 267).
Referencias bibliográficas
- Pfandl, G. (2017). The Identity of the Angel of Revelation 10. Journal of the Adventist Theological Society, 28(1), 101–120.
- Stefanovic, R. (2002). Revelation of Jesus Christ: Commentary on the Book of Revelation. Berrien Springs, MI: Andrews University Press.
- White, E. G. (1905). El conflicto de los siglos. Mountain View, CA: Pacific Press Publishing Association.
- Doukhan, J. (2002). Secrets of Revelation: The Apocalypse through Hebrew Eyes. Review and Herald Publishing Association.
- Gallusz, L. (2015). The Throne Motif in the Book of Revelation. Andrews University Seminary Studies, 53(1), 45–65.
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