“Con mi voz clamé al Señor,
Y él me respondió desde su monte santo.” Salmo 3:4.
David sabía que Dios no podía ser confinado a
un espacio determinado, pero expresó poéticamente su confianza de que Dios lo
escucharía cuando orara. Dios nos responde cuando le oramos con urgencia.
Según un estudio de la cadena británica BBC,
cada vez más personas solicitan que los entierren con sus celulares. Esta
tendencia nació en Sudáfrica, informó Martín Raymond, Director del Estudio.
Esta se está dando porque las personas tienen
temor de sufrir hechizos o brujerías que los dejen en un estado similar al de
un muerto, y quieren tener la posibilidad de pedir ayuda desde la tumba si
llegaren a despertar estando enterrados.
Según, Raymond, ahora se sabe que también los
estadounidenses se llevan sus teléfonos al “más allá”, porque cada vez son más
las explosiones en las cremaciones, pues las baterías de esos aparatos no
resisten altas temperaturas y se enteran que fueron cremados con los celulares cuando
estas baterías explotan.
Aplicación.
Un Celular puede servir en casos de ser
enterrados vivos…pero no servirá de nada para entrar en comunicación con Dios,
ya que si no tomamos decisión de amarle en vida, después de muerto es demasiado
tarde.
Este es el día de hablar con Dios y sin
necesidad de celular. Un corazón contrito y humillado, Dios jamás lo ignorará.
“Porque si tú llegas a afligirles, y ellos
clamaren a mí, ciertamente oiré yo su clamor.” Éxodo 22:23.
“Tú oirás desde los cielos, desde el lugar de
tu morada, y harás conforme a todas las cosas por las cuales hubiere clamado a
ti el extranjero; para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre, y
te teman así como tu pueblo Israel, y sepan que tu nombre es invocado sobre
esta casa que yo he edificado.” 2 Crónicas 6:33.
Pr. Wilbert Maluquish