“Ahora, Dios mío, te
ruego que tus ojos se mantengan abiertos, y atentos tus oídos a las oraciones
que se eleven en este lugar.” 2 Crónicas 6:40
Dios se interesa por cualquier cosa que nos toque enfrentar, aun las
circunstancias difíciles que nosotros mismos provocamos. Quiere que nos
volvamos a Él en oración. Al orar, recuerde que Dios lo escucha. No permita que
lo extremo de su situación le haga dudar acerca del interés de Dios por usted.
Se podría decir que el nudibranquio o “babosa de mar”
es un caracol sin caparazón lo que haría que este animal quede totalmente
desprotegido. Pero, para defenderse, este ingenioso animal a desarrollado
algunos métodos muy interesantes.
Algunas babosas tienen coloraciones espectaculares en
forma de bandas o puntos que rompen su silueta confundiendo su aspecto.
Otras combinan colores que en el mar son advertidores
de veneno para los depredadores como el rojo y negro o amarillo, naranja y
negro.
Otras especies poseen espículas calcáreas en la piel,
otras tienen mal sabor o segregan sustancias tóxicas para defenderse de un
ataque.
Estos moluscos tienen un régimen carnívoro sumamente
especializado: se alimentan de esponjas, cnidarios y briozoos. Algunas
especies poseen apéndices dorsales en forma de sacos. En éstos receptáculos
acumulan las células urticantes de las anémonas e hidroideos que les sirvieron
de alimento, de modo que cuando un depredador las muerde, liberan los apéndices
y el atacante queda escarmentado.
Aplicación.
Cómo el caracol sin casa, los cristianos necesitamos
estar conscientes de que Dios quiere que desarrollemos sistemas de defensa para
mantenernos en victoria en medio de un mundo lleno de ataques y de un ataque
espiritual continuo. Nuestros sistemas de defensa son la oración, el estudio
diario de la Palabra de Dios y las disciplinas espirituales. Cuando un creyente
vive en contacto permanente con Dios, ni el mundo, ni el demonio, ni la carne
podrán llevarlo al desastre. ¿Cómo están tus defensas espirituales?
Pr. Wilbert Maluquish