“No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en mí. En la
casa de mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, os lo hubiera dicho;
porque voy a preparar un lugar para vosotros. Y si me voy y preparo un lugar
para vosotros, vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy,
allí estéis también vosotros.
Y conocéis el camino adónde voy.” Juan 14:1-4
Y conocéis el camino adónde voy.” Juan 14:1-4
Las palabras de Jesús muestran que el camino
a la vida eterna, a pesar de ser invisible, es seguro. Es tan seguro como lo es
su confianza en Jesús. El ya ha preparado el camino a la vida eterna. El único
asunto que tal vez quede sin resolver es su voluntad de creer.
Hay unos pocos versículos
en las Escrituras que describen la vida eterna, pero estos pocos están llenos
de promesas. Aquí Jesús dice: "Voy, pues, a preparar lugar para
vosotros", y "vendré otra vez". Podemos aguardar con expectativa
la vida eterna porque Jesús la ha prometido a todo aquel que cree en El. Aunque
los detalles de la eternidad se desconozcan, no es necesario que temamos porque
Jesús está haciendo los preparativos y pasará la eternidad con nosotros.
Un hombre enfermo se dirigió a su médico, mientras
se preparaba para dejar el consultorio y le dijo: “Doctor, tengo miedo de
morir. Dígame, ¿qué hay del otro lado?”
Muy quedamente, el médico le contestó: “No lo sé”
El médico tenía su mano en la manigueta de la
puerta; del otro lado se oyó un ruido de rasguños y lloriqueo y, al abrir la
puerta, un perro entró apresuradamente en el cuarto y le saltó encima con una
evidente manifestación de alegría.
Vollteándose al paciente, el médico dijo: “¿Observó
a mi perro? Nunca había estado en este cuarto antes. Él no sabía lo que había
aquí dentro. No sabía nada más que su amo estaba aquí y, cuando se abrió la
puerta, dio un salto hacia adentro sin temor alguno. Conozco muy poco de lo que
hay del otro lado de la muerte, pero sé una cosa… sé que mi Señor está allí y
eso es suficiente”
La seguridad del cristiano está en el Señor en quién él o ella creen. Aunque el paso más alla nos
produzca muchas interrogantes, la seguridad de que Dios está al otro lado de la
puerta, nos reafirma. No esperes mucho para entrar en contacto con él. Vale la
pena vivir sabiendo quién está al otro lado de la puerta.
Pr. Wilbert Maluquish