Isaías 43:18-19
No recordéis las cosas anteriores, ni consideréis las cosas del pasado. He aquí, hago algo nuevo. (LBLA)
No recordéis las cosas anteriores, ni consideréis las cosas del pasado. He aquí, hago algo nuevo. (LBLA)
Dios había hecho grandes cosas en favor de su pueblo en el pasado, pero
esas maravillas serían insignificantes en comparación con lo que haría en su
favor en el futuro.
Un hombre llevó una vez a su hija de tres años de
edad a un parque de diversiones. Era su primera visita a un lugar así, y ella
estaba asombrada de lo que veía y escuchaba, pero más que nada estaba
emocionada por las vueltas y zumbidos de los aparatos. Rogó a su papá que la
dejara montar en un aparato en particular, aunque era considerado el que más
“miedo” infundía a los niños de su edad.
Mientras ella a toda prisa doblaba la esquina en su
pequeño carrito, de momento arrugó su rostro y se soltó de las manos dando un
grito aterrador. Su padre, quien montaba el carro con ella, luchó para llamar
su atención. Con una gran sonrisa, él le gritó por encima del ruido del
aparato, “¡Esto es divertido!” Cuando la pequeña vio que él no tenía miedo,
comenzó a reírse. La nueva experiencia que al principio era aterradora de
momento se volvió agradable. ¡De hecho, ella insistió en montar el mismo
aparato tres veces más!
¡Qué consuelo es saber que nuestro Padre celestial
no solo nos acompaña en las nuevas vueltas de la vida, sino que el futuro nunca
le infunde temor!
Él tiene buenas cosas planeada para nosotros.
Cuando miramos al futuro desde nuestra perspectiva, puede que nos asustemos.
Pero al hacerlo desde la perspectiva de Dios, es mucho más probable que
gritemos: “¡Adelante! ¿No crees que esto será divertido?”
Pr. Wilbert Maluquish