Paz,
lugar y promesa del Mesías para su pueblo, la venida del mesías.
2.- Texto bíblico:
Juan 14:1-4 “No se turbe vuestro corazón; creed en
Dios, creed también en mí.
En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, os lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para vosotros. Y si me voy y preparo un lugar para vosotros, vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy, allí estéis también vosotros.
Y conocéis el camino a donde voy.”
En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, os lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para vosotros. Y si me voy y preparo un lugar para vosotros, vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy, allí estéis también vosotros.
Y conocéis el camino a donde voy.”
Hay grandes verdades
en este pasaje.
(a) Nos habla de la
honestidad de Jesús. "Si no fuera así, ¿os habría dicho Yo que voy a
prepararos un lugar?”
(b) Nos habla de la misión
de Jesús. Él les dijo: “Voy a prepararos un lugar.”
(c) Nos habla del triunfo
final de Jesús. Él dijo: “Volveré.”
(d) Jesús dijo: “Donde Yo
esté, allí estaréis también vosotros.” Aquí tenemos una gran verdad dicha de la
manera más sencilla.
3.- Ilustración:
Un hombre enfermo se
dirigió a su médico, mientras se preparaba para dejar el consultorio y le dijo:
“Doctor, tengo miedo de morir. Dígame, ¿qué hay del otro lado?”
Muy quedamente, el médico
le contestó: “No lo sé”
El médico tenía su mano en
la manigueta de la puerta; del otro lado se oyó un ruido de rasguños y
lloriqueo y, al abrir la puerta, un perro entró apresuradamente en el cuarto y
le saltó encima con una evidente manifestación de alegría.
Volteándose al paciente, el
médico dijo: “¿Observó a mi perro? Nunca había estado en este cuarto antes. Él
no sabía lo que había aquí dentro. No sabía nada más que su amo estaba aquí y,
cuando se abrió la puerta, dio un salto hacia adentro sin temor alguno. Conozco
muy poco de lo que hay del otro lado de la muerte, pero sé una cosa… sé que mi
Señor está allí y eso es suficiente”
4.- Aplicación:
Aunque el paso más allá nos produzca muchas
interrogantes, la seguridad de que Dios está al otro lado de la puerta, nos
reafirma. No esperes mucho para entrar en contacto con él. Vale la pena vivir
sabiendo quién está al otro lado de la puerta.
Pr. Wilbert
Maluquish