miércoles, 22 de julio de 2015

ORIGEN DE LOS IDIOMAS

1.- Lección: Dios nunca deja al mundo sin testigos suyos.
2.- Texto: Gén 11:1-4Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras. 2Y aconteció que cuando salieron de oriente, hallaron una llanura en la tierra de Sinar, y se establecieron allí. 3Y se dijeron unos a otros: Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla. 4Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra”.[1]

Al final del capítulo anterior leíamos que de los hijos de Noé se esparcieron las naciones en la tierra después del diluvio; es decir, estaban distribuidas en tribus distintas, y estaba decidido, ya sea por disposición de Noé ya por acuerdo tomado entre ellos, por qué camino había de dirigirse cada tribu o colonia para establecerse en sus respectivos lugares. Pero parece ser que los hijos de los hombres no estaban muy dispuestos a dispersarse hasta lugares distantes. Pensaron que estar juntos era más seguro y más feliz, y fraguaron un plan para lograrlo, teniéndose por más sabios que Noé o el mismo Dios. De modo que aquí tenemos:

I.- Las ventajas que comportaba su plan de mantenerse juntos:
1. Tenían una sola lengua (v. 1). Así, mientras podían entenderse bien unos a otros, era lo más probable que se amasen unos a otros, que estuviesen dispuestos a ayudarse mutuamente, y cada vez menos inclinados a separarse.
2. Encontraron un lugar conveniente y cómodo para fijar en él su residencia, una llanura en la tierra de Sinar (v. 2), es decir, una explanada espaciosa y fértil, suficiente para contenerlos y mantenerlos a todos ellos, de acuerdo con las cifras de la población de entonces.

II.- El método que usaron para unirse de esta manera y mantenerse juntos en una sola corporación. En lugar de ambicionar una progresiva expansión de sus fronteras, extendiéndose pacíficamente bajo la protección divina, trataron de fortificarse y la resolución unánime fue: Edifiquémonos una ciudad y una torre (v. 4). Obsérvese aquí:
1. Cómo se estimularon y animaron unos a otros a poner manos a la obra. Decían: Vamos, hagamos ladrillo (v. 3); y de nuevo: Vamos, edifiquémonos una ciudad (v. 4) animándose mutuamente, se hacían todos más atrevidos y resueltos.
2. Qué materiales usaron en su construcción. Siendo llano el terreno, no podía proporcionar piedra ni argamasa, pero esto no les hizo desistir de su empresa, sino que cocieron ladrillos en vez de piedra y usaron asfalto en lugar de argamasa. ¡Qué cantidad de recursos emplean los que están resueltos en sus propósitos! Si tan celosos fuésemos nosotros para lo bueno, no cejaríamos en nuestros trabajos con tanta frecuencia como lo hacemos, bajo pretexto de que necesitamos comodidades para continuar.
3. Qué objetivos perseguían con esta obra. Parece ser que pretendían tres cosas con la construcción de esta torre.
a) Parecía destinada a afrentar al mismo Dios, pues querían edificar una torre cuya cúspide llegase al cielo (v. 4), lo que comporta un desafío a Dios o, al menos, un intento de rivalizar con él.
b) Con ello esperaban hacerse un nombre y dar a conocer a la posteridad que habían existido tales hombres en el mundo. Querían legar este monumento de su orgullo, de su ambición y de su insensatez. El caso es que no hallamos en ningún libro de historia ni un solo nombre de estos edificadores de Babel.
c) Lo hicieron para impedir su dispersión. Es probable que en todo esto anduviese la mano del ambicioso Nimrod. Él deseaba una monarquía universal, para lo cual, bajo pretexto de una unión encaminada a dar seguridad a todos, se amañaba para guardarlos en un solo cuerpo, a fin de que, al tener a todos bajo su mirada, no le fallara el tenerlos a todos bajo su poder. Pero es prerrogativa de Dios ser monarca universal, Señor de todos y Rey de reyes; el hombre que ambiciona tal honor pretende escalar el trono del Altísimo, quien no dará su gloria a otro.[2]

Elena de White señala: “Los moradores de la llanura de Sinar establecieron su reino para su exaltación propia, no para la gloria de Dios. Si hubieran tenido éxito, hubiera nacido un imperio poderoso, que, proscribiendo la justicia, inauguraría una nueva religión. El mundo se hubiera desmoralizado... Pero Dios nunca deja al mundo sin testigos suyos. En esa época había hombres que se humillaban ante Dios y oraban a él. “Oh, Señor”, rogaban, “interpónte entre tu causa y los planes y métodos del hombre”.

Adelantada la construcción de la torre, parte de ella fue habitada por los edificadores. Otras secciones, magníficamente amuebladas y adornadas, las destinaron a sus ídolos... [3]

De repente, la obra que había estado avanzando tan prósperamente fue interrumpida. Fueron enviados ángeles para anular los propósitos de los edificadores. La torre había alcanzado una gran altura, y por ese motivo les era imposible a los trabajadores que estaban arriba comunicarse directamente con los de abajo; por lo tanto fueron colocados hombres en diferentes puntos para recibir y transmitir al siguiente las órdenes acerca del material que se necesitaba, u otras instrucciones tocante a la obra. Al pasar los mensajes de uno a otro, el lenguaje se les confundía de modo que pedían un material que no se necesitaba, y las instrucciones dadas eran a menudo contrarias a las recibidas. Esto produjo confusión y consternación. Toda la obra se detuvo...[4]

Hasta esa época, todos los hombres habían hablado el mismo idioma; ahora los que podían entenderse se reunieron en grupos y unos tomaron un camino, y otros otro. “Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra”. Esta dispersión obligó a los hombres a poblar la tierra, y el propósito de Dios se alcanzó por el medio empleado por ellos para evitarlo.[5]

3.- Aplicación:
La torre de Babel fue un gran logro humano, una maravilla del mundo. Pero era un monumento dedicado a la gente misma y no a Dios. A veces construimos monumentos a nosotros mismos (ropas caras, una gran casa, un automóvil lujoso, un trabajo importante) para llamar la atención. Esto puede no ser malo en sí, pero cuando los usamos para jactarnos y gloriarnos, toman el lugar de Dios en nuestras vidas. Somos libres para desarrollarnos, pero no para pensar que hemos reemplazado a Dios. ¿Qué torres ha construido usted en su vida?

Elena de White señala que en nuestros días el Señor desea que su pueblo sea dispersado por toda la tierra. No deben colonizar. Jesús dijo: “Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura”.[6]



Pr. Wilbert Maluquish
Julio, 2015




[1]Reina Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades Bíblicas Unidas, 1998), Gn 11.1-4.
[2]Matthew Henry and Francisco Lacueva, Comentario Bíblico De Matthew Henry (08224 TERRASSA (Barcelona): Editorial CLIE, 1999), 34.

[3]Elena G. de White, Camino a Cristo (Buenos Aires: Casa Editora Sudamericana, 1971), 43.3.

[4]Ibid., Conflicto y valor, 43.4.

[5]Ibid., Historia de los Patriarcas y Profetas, 113.

[6]Ibid., Testimonies for the Church 8:215

martes, 21 de julio de 2015

ORÍGENES DE LAS NACIONES

1.- Lección: Dios tiene el control de las naciones.
2.- Texto: Gén 10:1Estas son las generaciones de los hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet, a quienes nacieron hijos después del diluvio”.[1]

Sin Génesis 10 nuestro conocimiento de los orígenes e interrelaciones de las diversas razas sería mucho menos completo de lo que es.  Este capítulo confirma las palabras de Pablo en Atenas, que Dios "de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres" (Hech. 17:26).[2] Estos tres hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet fueron los padres de las naciones.
Sem: Las poblaciones semitas: judíos, árabes, asirios, arameos, fenicios.
Cam: Los descendientes de Cam: babilonios, etíopes, egipcios, cananeos, filisteos, posiblemente las poblaciones africanas y orientales, aunque muchos eruditos ven a los orientales como jaféticos.
Jafet: Las poblaciones jaféticas: medos, griegos, chipriotas, etc. Probablemente la gente caucásica de Europa y Asia del norte. Muchos eruditos incluirían a los orientales aquí.[3]

Es imposible identificar con certeza los lugares donde habitaron las diferentes poblaciones, pero los siguientes serán de ayuda en estudios futuros. [4]
Tarsis (v. 4)
— España
Quitim (v. 4)
— Chipre
Cus (v. 6)
— Etiopía
Mizraim (v. 6)
— Egipto
Fut (v. 6)
— Libia
Canaán (v. 6)
— Palestina
Asiria (v. 11)
— Asiria
Elam (v. 22)
— Persia
Aram (v. 22)
— Siria y Mesopotamia

Elena de White comenta: “Para repoblar la tierra, de la cual el diluvio había barrido toda corrupción moral, Dios había preservado una sola familia, la casa de Noé, a quien había manifestado: “A ti he visto justo delante de mí en esta generación”. Sin embargo, entre los tres hijos de Noé pronto se desarrolló la misma gran distinción que se había visto en el mundo antediluviano. En Sem, Cam y Jafet, quienes habían de ser los fundadores del linaje humano, se pudo prever el carácter de sus descendientes”.[5]

3.- Ilustración:
El hecho de que Cristo esté ahora en el cielo cumpliendo su función intercesora, no significa que esté ajeno a todo lo que sucede en la tierra. El conflicto continúa aquí. Satanás trata de ganar terreno; sin embargo, Dios tiene todo bajo control. Él no permite que nada suceda al azar. Y aunque Satanás nos haga creer que Dios nos ha abandonado, la verdad es que Dios está muy presente en los acontecimientos del planeta y en los acontecimientos de cada persona. Así lo demuestra la profecía de Daniel 2:1-45

4.- Aplicación:
Noé, signo de la vida en medio del panorama de muerte que representa el diluvio. Su misión y sentido en el mundo era crecer, multiplicarse, poblar la tierra, administrarla (Gén. 9:7), pero nunca fueron fieles a esa misión que Dios les había confiado. Pese a todo ello, el mundo y la historia están en manos de Dios. En esto consiste la perfección, en que la historia y el mundo no se han escapado de las manos de Dios. Todo está bajo control, no solo de las naciones, sino, de cada una de nuestras vidas. Eso tenlo por seguro!!!


Pr. Wilbert Maluquish
Julio, 2015



[1]Reina Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades Bíblicas Unidas, 1998), Gn 10.1.

[2]Francis D. Nichol, ed., trad. V.E. Ampuero Marta, Comentario bíblico adventista, 8 vols. (Buenos Aires: Casa Editora Sudamericana, 1978-1990), 1:286.

[3]William MacDonald, Comentario Bíblico De William MacDonald: Antiguo Testamento Y Nuevo Testamento (Viladecavalls (Barcelona), España: Editorial CLIE, 2004), 27.

[4]Ibid., 28.

[5]Elena G. de White, El Cristo triunfante (Buenos Aires: Casa Editora Sudamericana, 1976), 70.

lunes, 20 de julio de 2015

EL PACTO

1.- Lección: Dios es fiel con su pacto.
2.- Texto: Gén 9:8-11Y habló Dios a Noé y a sus hijos con él, diciendo: 9He aquí que yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestros descendientes después de vosotros; 10y con todo ser viviente que está con vosotros; aves, animales y toda bestia de la tierra que está con vosotros, desde todos los que salieron del arca hasta todo animal de la tierra. 11Estableceré mi pacto con vosotros, y no exterminaré ya más toda carne con aguas de diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra”.[1]

El primero de los cinco pactos entre Dios y la humanidad en el AT fue su promesa incondicional de que nunca más la tierra sería arrasada por las aguas.

I.- El establecimiento general del pacto de Dios con este mundo nuevo, y la extensión de dicho pacto (vv. 9–10). Obsérvese:
1.- Que Dios se complace benignamente en tratar con la humanidad en términos de un pacto, con lo que estimula grandemente el sentido del deber y la obediencia del hombre.
2.- Que Dios estipula sus pactos con el hombre por propia iniciativa: Yo, sí, yo (v. 9).
3.- Que los pactos de Dios quedan establecidos más sólidamente que las columnas de los cielos o los cimientos de la tierra, y no pueden ser anulados.
4.- Que los pactos de Dios se hacen con los destinatarios y con sus descendientes; la promesa es para ellos y para sus hijos.

II.- La intención particular de este pacto. Fue instituido para preservar al mundo de otro diluvio: No exterminaré ya más toda carne con aguas de diluvio (vv. 11, 15). A la bondad y fidelidad de Dios se debe, y no a ninguna reforma introducida en el mundo el que la tierra no haya sido inundada muchas veces con diluvio, y aun el que no esté inundada al presente. Así como el viejo mundo fue destruido para que fuese un monumento de justicia, así también el mundo actual permanece hasta el día de hoy para ser monumento de misericordia, de acuerdo con el juramento de Dios de que las aguas de Noé nunca más pasaran sobre la tierra (Isa. 54:9). Si el mar se abalanzara sobre la tierra durante unos pocos días al ritmo que lo hace durante unas pocas horas dos veces al día, ¡qué desolación se produciría! Glorifiquemos a Dios por su misericordia en prometer y por su fidelidad en cumplir.[2]

Elena de White comenta al respecto: “¡Qué condescendencia de parte de Dios! ¡Qué compasión con el hombre falible fue poner el hermoso y multicolor arco iris en las nubes como prueba del pacto del gran Dios con el hombre! Ese arco debía manifestar a todas las generaciones el hecho de que Dios destruyó a los habitantes de la tierra mediante un diluvio a causa de su gran maldad. Era su propósito que cuando los niños de las generaciones sucesivas lo vieran en las nubes y preguntaran por qué se extendía por los cielos ese magnífico arco, sus padres se refirieran a la destrucción del mundo antiguo por medio del diluvio porque la gente se había entregado a toda clase de impiedad, y las manos del Altísimo le habían dado forma y lo habían colocado en el cielo como señal de que Dios nunca más enviaría las aguas de un diluvio sobre la tierra.[3]

3.- Aplicación:
Este es un pacto para siempre, que no cambiará (v. 11-12). Por último, es un compromiso unilateral de Dios, porque el Señor se obliga a sí mismo en virtud de una promesa solemne, sin imponer ninguna obligación a Noé. Que grandioso en nuestro Dios. ¿Hasta cuándo Señor tus bondades?


Pr. Wilbert Maluquish
Julio, 2015



[1]Reina Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades Bíblicas Unidas, 1998), Gn 7.1-4.

[2]Matthew Henry and Francisco Lacueva, Comentario Bı́blico De Matthew Henry (08224 TERRASSA (Barcelona): Editorial CLIE, 1999), 32.

[3]White, Elena, Historia de la redención (Buenos Aires: Casa Editora Sudamericana, 1970), 73.

DIOS ES FIEL

1.- Lección: Dios es fiel con los que le obedecen.
2.- Texto: Gén 8:1-3Y se acordó Dios de Noé, y de todos los animales, y de todas las bestias que estaban con él en el arca; e hizo pasar Dios un viento sobre la tierra, y disminuyeron las aguas. Y se cerraron las fuentes del abismo y las cataratas de los cielos; y la lluvia de los cielos fue detenida. Y las aguas decrecían gradualmente de sobre la tierra; y se retiraron las aguas al cabo de ciento cincuenta días.[1]

Al final del capítulo 7, dejamos el mundo en ruinas. Ahora, la escena cambia, y aquellas nubes tan negras muestran ahora su lado luminoso.

I.- Un acto de la gracia de Dios: Se acordó Dios de Noé y de todos los animales. Ésta es una expresión antropomórfica; porque ninguna de sus criaturas (Luc. 12:6) y, mucho menos, de los hombres, son olvidados por Dios (Isa. 49:15–16). El acordarse Dios de Noé fue el retorno de su misericordia hacia la humanidad, pues Dios no había querido extinguirla. Noé mismo, aun cuando había hallado gracia a los ojos del Señor, parecía estar olvidado en el arca, y quizá comenzaba a pensarlo él mismo, pues no encontramos que Dios le dijera por cuánto tiempo había de quedar confinado allí.

II.- Un acto del poder de Dios sobre el viento y el agua.
1.- Mandó al viento y le dijo: Ve; y fue a cumplir su función sobre las aguas: Hizo pasar Dios un viento sobre la tierra. Véase aquí:
(a) Cómo recordó Dios a Noé: aliviándole.
(b) Qué dominio tan soberano tiene Dios sobre los vientos. Incluso los huracanes tormentosos cumplen su palabra (Sal. 148:8). En este caso, Dios envió un viento secador, semejante al que envió para dividir el Mar Rojo delante de Israel (Éxo. 14:21).
2.- Mandó a las aguas y les dijo: Venid; y vinieron.
(a) Así quitó la causa del diluvio. Nótese que, así como Dios tiene una llave para abrir, también tiene una llave para volver a cerrar y detener el progreso de sus juicios haciendo que cesen las causas que los produjeron, y la misma mano que trae la desolación, trae también la liberación. El que hiere es el único que puede también curar (Job 12:14–15).
(b) Entonces cesaron los efectos; no de una vez, sino por grados. Dios acostumbra a liberar los suyos gradualmente, para que no haya desprecio hacia los días de las cosas pequeñas, ni desesperación ante los días de las cosas grandes (Zac. 4:10; Pr. 4:18).[2]

3.- Aplicación:
Muchas veces grandes hombres de Dios han estado a punto de llegar a la conclusión de que el Señor les había olvidado, especialmente cuando sus aflicciones han sido inusitadamente serias y prolongadas. Quizá Noé, aunque era un gran creyente, al ver que el diluvio se prolongaba más de la cuenta, cuando parecía que ya debía haber concluido su obra se vio tentado a temer si el que le había encerrado allí se iba a cuidar de él, y comenzaría a decir: ¿Por cuánto tiempo me vas a tener en olvido? Pero, por fin, Dios se volvió a él en misericordia.
Así como Dios tiene una llave para abrir, también tiene una llave para volver a cerrar y detener el progreso de sus juicios haciendo que cesen las causas que los produjeron, y la misma mano que trae la desolación, trae también la liberación. El que hiere es el único que puede también curar (Job 12:14–15).





[1]Reina Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades Bíblicas Unidas, 1998), Gn 7.1-4.

[2]Matthew Henry and Francisco Lacueva, Comentario Bı́blico De Matthew Henry (08224 TERRASSA (Barcelona): Editorial CLIE, 1999), 30.

EL DILUVIO UNIVERSAL Y EL ARCA DE NOÉ, ¿REALIDAD O FICCIÓN?

1.- Lección: El privilegio de ser justo, tiene implicancias personales y familiares. 

2.- Texto: Gén 7:1-4Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación. 2De todo animal limpio tomarás siete parejas, macho y su hembra; mas de los animales que no son limpios, una pareja, el macho y su hembra. 3También de las aves de los cielos, siete parejas, macho y hembra, para conservar viva la especie sobre la faz de la tierra. 4Por que pasados aún siete días, yo haré llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches; y raeré de sobre la faz de la tierra a todo ser viviente que hice”.[1]

El arca ya estaba terminada; y ahora, con el espíritu de una fe implícita, que había influido en toda su conducta, Noé esperaba órdenes de Dios de “Entrar” y “Tomarás”.
I.- Una benévola invitación a Noé y a su familia para que entrasen en un lugar de seguridad (v. 1).
1. La llamada misma es muy amable, como la de un tierno padre a sus hijos para que se metan en casa cuando se avecina la oscuridad o alguna tormenta. No le manda Dios ir al arca, sino venir al arca, dando a entender que Él iría con él, le guiaría hasta dentro, le acompañaría en ella, y le sacaría de ella sano y salvo a su debido tiempo. Esto es lo que hizo que el arca de Noé, que era una prisión, fuese para él no sólo un refugio, sino un palacio.
2. La razón para esta invitación es un testimonio muy honroso de la integridad de Noé. Obsérvese:
(a) Dios toma buena nota y se agrada de quienes son rectos delante de Él: Conoce el Señor a los que son suyos (2 Tim. 2:19).
(b) Dios, que es testigo de la integridad de los suyos, pronto será testigo a favor de ellos.
(c) Dios se complace especialmente de los que son buenos en tiempos difíciles y lugares malos.
(d) A quienes se conservan puros en tiempos de común iniquidad, Dios los guardará seguros en tiempos de común calamidad.

II.- Eran necesarias órdenes de tomar animales que habían de ser preservados vivos con Noé en el arca (vv. 2–3). Ellos no estaban capacitados para recibir el aviso de peligro; por ello, queda el hombre encargado de cuidar de ellos; al estar bajo su dominio, deben quedar bajo su protección.[2]

3.- Ilustración: 
La investigación de Robert Ballard
Robert Ballard, uno de los exploradores acuáticos más famosos del mundo, buscará en Turquía evidencias de la civilización que fue “arrastrada” por la gran inundación.
“Es una de las historias más antiguas de la historia de la humanidad, y una de los primeras historias que aprende cualquier niño. Noé y su gran arca, salvando animales de un diluvio mundial destructor”, dijo Ballard.
Ballard afirma que hace muchos años, gran parte del mundo como lo conocemos hoy en día fue cubierto de hielo. Según dijo el propio Ballard:
“Donde yo vivo en Connecticut todo era hielo por encima de mi casa hasta el Polo Norte, a lo largo de unos 15 millones de kilómetros. Pero luego comenzó a derretirse, creando una de las inundaciones más grandes de la historia.”
Durante más de una década, Ballard ha estado investigando esta teoría. Él descubrió evidencias de una antigua costa sumergida en 1999. En 2000, Ballard y su equipo encontró pruebas de una estructura “con vigas de madera talladas, ramas y herramientas de piedra que se derrumbaron entre la matriz de barro de la estructura” a unos 300 metros bajo el nivel del mar.[3]

4.- Aplicación:
Esta invitación a Noé era un tipo de la llamada que el Evangelio hace a los pobres pecadores. Cristo es un arca ya preparada, único lugar de refugio y salvación. ¿Cómo responderás tú?

Pr. Wilbert Maluquish
Julio, 2015





[1]Reina Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades Bíblicas Unidas, 1998), Gn 7.1-4.
[2]Matthew Henry and Francisco Lacueva, Comentario Bíblico De Matthew Henry (08224 TERRASSA (Barcelona): Editorial CLIE, 1999), 29.
[3]http://www.mundoesotericoparanormal.com/el-gran-diluvio-universal-ocurrio-segun-el-famoso-arqueologo-robert-ballard/

EL DISTINGUIDO NOÉ

1.- Lección: Caminar con Dios, lo hizó distinguido a Noé.
2.- Texto: Gén. 6:9-“Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé”.[1]
Noé es caracterizado por tres expresiones, cada una de las cuales lo coloca en una posición muy favorable en comparación con sus contemporáneos. 
Era bueno, pero no mejor que lo que la gracia de Dios le había hecho (1 Cor. 15:10). Ahora, observemos su carácter:
(A) Era varón justo, no implica una inocencia intachable, sino rectitud, honradez y virtud. Esto es, justificado ante Dios por la fe en la simiente prometida; porque era heredero de la justicia que es según la fe (Heb. 11:7). Dios ha escogido a veces lo necio del mundo (1 Cor. 1:27), pero nunca lo bribón del mundo.
(B) Era perfecto no con perfección de impecabilidad, sino con integridad moral; y es una gran ventaja para nosotros el que, en virtud del pacto de gracia sobre el fundamento de la justicia de Cristo, la integridad nos es contada por perfección. Se refiere no sólo a la vida piadosa de Noé sino también a la constancia de su religión en medio del ambiente cargado de iniquidad en que vivía.
(C) Caminó con Dios. La vida de Noé recuerda la de su piadoso antepasado, Enoc (Gén. 5:22, 24), que había sido trasladado a la gloria eterna tan sólo 69 años antes del nacimiento de Noé.  Durante su niñez, cuando la traslación de Enoc todavía estaba vívida en la memoria de las generaciones más antiguas, Noé debe haber oído numerosos comentarios acerca de la vida de ese hombre piadoso.
 Vivió una vida de comunión con Dios. Dios mira con ojos de gracia sobre aquellos que sinceramente miran hacia arriba con ojos de fe. Es fácil ser religioso cuando la religión está de moda; pero es señal evidente de fuerte fe y firme resolución el avanzar contra corriente, y el ponerse de parte de Dios cuando nadie más está de parte de Él.[2]  
Elena de White señala que Sí, en medio de esa era degenerada, Noé era un placer para su Creador.[3]

3.- Ilustración: 
Se busca del hombre:
Grecia decía… Sé sabio, conocerte a ti mismo.
Roma decía… Sé fuerte, disciplínate a ti mismo.
El judaísmo decía… Sé santo, confórmate contigo mismo.
El epicurianismo dice… Sé sensual, goza tú mismo.
La educación dice… Sé ingenioso, expándete tú mismo.
La sicología dice… Sé confidente, satúrate a ti mismo.
El materialismo dice… Se adquisitivo, diviértete tú mismo.
El orgullo dice… Sé superior,  promuévete tú mismo.
El escepticismo dice… Sé inferior, suprímete tú mismo.
La democracia dice… Sé razonable, contrólate tú mismo.
El comunismo dice… Sé colectivo, asegúrate tú mismo.
El humanismo dice… Sé capaz, confía en ti mismo.
La filantropía dice… Sé altruista, entrégate tú mismo.
Más la Biblia dice… Sé recto, integro y camina con Dios.

4.- Aplicación:
Noé amó y obedeció a Dios sinceramente. Por toda una vida caminó por la fe, y fue un ejemplo vivo a su generación.
Como Noé, vivimos en un mundo repleto de maldad. ¿Estamos influenciando o nos dejamos influenciar por otros?


Pr. Wilbert Maluquish
Julio, 2015




[1]Reina Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades Bíblicas Unidas, 1998), Gn 6.9-10.

[2]Matthew Henry and Francisco Lacueva, Comentario Bíblico De Matthew Henry (08224 TERRASSA (Barcelona): Editorial CLIE, 1999), 28.

[3]Elena G. de White, Joya de los testimonios (Buenos Aires: ACES, 1991), 3:43.

CAMINAR CON DIOS

1.- Lección: Caminar con Dios inevitablemente es nuestro desafío permanente.

2.- Texto: Gén 5:24-“Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios.

El relato del capítulo 5 de Génesis cubre muchas generaciones sin nada digno de notar, y sin otra variación que la de los nombres y las cifras de los años, en este capítulo también se repite con enfadosa frecuencia los verbos vivir, engendrar y morir, pero, al fin, llega uno que no puede ser pasado por alto sino que es digno de mucha consideración y éste es Enoc séptimo desde Adán por la línea de Set, y bisabuelo de Noé; podemos suponer que los demás se comportaron virtuosamente, pero éste los sobrepasó a todos, y fue la estrella más brillante de la era patriarcal. Es poco lo que queda registrado de él, pero este poco es bastante para hacer muy grande su nombre.
Aquí hay dos cosas con respecto a él:
I.- Su conducta en este mundo, la cual es mencionada dos veces: “Caminó Enoc con Dios” (5:22, 24). Aquí tenemos, en esta sola frase, la naturaleza, el objetivo y el tenor de su conducta pues ella indica:
1- Una religión verdadera. En efecto, ¿qué es la piedad, sino caminar con Dios? Los impíos y profanos están sin Dios en el mundo (Efe. 2:12); andan por camino contrario al de Dios (Isa. 55:8); pero los piadosos caminan con Dios, lo cual supone que están de acuerdo con Él—reconciliados con Él—pues, ¿cómo andarán dos juntos, si antes no se han puesto de acuerdo? (Amós 3:3).
2.- Una religión eminente. Estaba enteramente muerto al mundo pues no sólo andaba detrás de Dios, como hacen todos los buenos, sino que andaba con Dios, como si estuviese ya en el Cielo.

II.- Su glorioso traslado a un mundo mejor. Como no vivió igual que los demás, tampoco murió, como sucedió a los demás (v. 24): Desapareció, porque lo llevó Dios; esto es, como se nos explica en Hebreos 11:5, fue trasladado para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo trasladó Dios.
La palabra de Dios añade que antes que fuese trasladado tuvo testimonio de haber agradado a Dios. Aquellos cuya conducta en el mundo es verdaderamente santa, hallarán que su traslado desde el mundo es verdaderamente feliz.[1]

Elena de White señala que Enoc anduvo con Dios, y ya no fue hallado, porque Dios lo llevó consigo. A él fue confiado el mensaje de la segunda venida de Cristo. “De los cuales también profetizó Enoc, séptimo desde Adam, diciendo: He aquí, el Señor es venido con sus santos millares.” Judas 14. El mensaje predicado por Enoc, y su traslado al cielo, fueron un argumento convincente para todos los que vivían en su tiempo; fueron un argumento que Matusalén y Noé pudieron usar con poder para demostrar que los justos podían ser trasladados.[2]

3.- Ilustración: 
“En medio de una vida de activa labor, Enoc mantenía fielmente su comunión con Dios. Cuanto más intensas y urgentes eran sus labores, más constantes y fervorosas eran sus oraciones. Seguía apartándose, durante ciertos lapsos, de todo trato humano. Después de permanecer algún tiempo entre la gente, trabajando para beneficiarla mediante la instrucción y el ejemplo, se retiraba con el fin de estar solo, para satisfacer su sed y hambre de aquella divina sabiduría que únicamente Dios puede dar. Manteniéndose así en comunión con Dios, Enoc llegó a reflejar más y más la imagen divina. Tenía el rostro radiante de una santa luz, semejante a la que resplandece del rostro de Jesús. Cuando regresaba de estar en comunión con Dios, hasta los impíos miraban con reverencia ese sello del cielo en su semblante”.[3]

4.- Aplicación:
Caminar implica una relación firme y progresiva y no solamente un conocimiento casual. Caminar con Dios es obra que perdura toda la vida y no el trabajo de una hora.[4]Caminar con Dios es tenerle siempre presente delante de nosotros, actuar como estando siempre bajo su mirada. Es vivir una vida de comunión con Dios tanto en sus ordenanzas como en sus providencias.
Es preocuparse constantemente de agradar a Dios en todas las cosas y en nada ofenderle. Es ser seguidores de él como hijos amados. El Espíritu Santo dice que caminó Enoc con Dios en lugar de decir vivió Enoc (con Dios).[5]
Queremos caminar ininterrumpidamente cada día con Dios, entonces tienes que buscarlo cada día a través de la oración, el estudio de la Biblia, la meditación y la alabanza.
Que ese sea nuestro desafío!!!


Pr. Wilbert Maluquish
Julio, 2015


[1]Matthew Henry and Francisco Lacueva, Comentario Bíblico De Matthew Henry (08224 TERRASSA (Barcelona): Editorial CLIE, 1999), 27.
[2]Elena G. de White, Joya de los testimonios (Buenos Aires: ACES, 1991), 3:43.

[3]Ibid., Patriarcas y Profetas, (Buenos Aires: ACES, 1991), 66, 86.

[4]William MacDonald, Comentario Bíblico De William MacDonald: Antiguo Testamento Y Nuevo Testamento (Viladecavalls (Barcelona), España: Editorial CLIE, 2004), 25.

[5]Matthew Henry, Comentario De La Biblia Matthew Henry En Un Tomo. (Miami: Editorial Unilit, 2003), 19.

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