“Sustentadme con pasas, confortadme con manzanas;
porque estoy enferma de amor.” Cantares 2:5
¡Cuánto mejor es para el alma estar
enferma de amor por Cristo que cuando está saciada con el amor de este mundo!
Le
voy a contar de una historia que yo observo cada vez que voy a ver a mi esposo,
que tiene Alzheimer a un hogar de ancianos.
Desafortunadamente,
yo conozco por experiencia como esta terrible enfermedad afecta los miembros de
la familia, pero quiero que el mundo sepa lo que el amor realmente es. Yo veo a
un hombre que ha pasado los últimos 8 años de su vida cuidando a su esposa que
tiene Alzheimer.
Ellos
han estado casados por más de 50 años. Él le cocina y le da de comer todo lo que
ella come. Él la ha bañado y la ha vestido todos estos años de su enfermedad.
No tienen otra familia. Ella perdió un bebe al nacer y nunca han tenido más
niños. Yo no puedo describir el amor y cariño que este hombre muestra por su
esposa. Ella no reconoce a nadie incluyéndolo a él. En lo único que ella
muestra interés es en dos muñecas que nunca suelta de sus manos.
Yo
observé a este hombre cuando estacioné mi carro al lado de él el otro día. Él
se sentó en su viejo pick-up truck por algunos minutos, se arregló su cabello,
su camisa y se miró en el espejo para una última mirada para ir a ver a su
esposa. Era como si estuviera enamorándola todavía.
Ellos
han sido compañeros todos estos años y han visto toda clase de circunstancias,
y sin embargo este hombre se arregla todavía para ir a ver su esposa, que ni
siquiera lo reconoce.
Esta
es la clase de amor y compromiso que el mundo necesita hoy.
Aplicación.
El
amor verdadero va más allá de las circunstancias, no tiene frontera, ni edad.
Se proyecta aún en el infinito para tocar las estrellas. Que este mundo se
llene más de hombres y mujeres con este amor desinteresado, y puede comenzar
conmigo hoy mismo y acá en este lugar.
¡Cuán hermosos son tus amores,
hermana, esposa mía! ¡Cuánto mejores que el vino tus amores, y el olor de tus
ungüentos que todas las especias aromáticas! Cantares 4:10
Las
muchas aguas no podrán apagar el amor, Ni lo ahogarán los ríos. Si diese el
hombre todos los bienes de su casa por este amor, de cierto lo menospreciarían.
Cantares 8:7
Pr. Wilbert Maluquish