1.- Lección: Prudencia y delicadeza en la educación de los niños y jóvenes en las
cosas de Dios.
2.- Texto: Gén 33:13,14 13Y Jacob le dijo: Mi señor sabe que los niños son tiernos, y que tengo
ovejas y vacas paridas; y si las fatigan, en un día morirán todas las ovejas.
14Pase ahora mi señor delante de su siervo, y yo me iré poco a poco al
paso del ganado que va delante de mí, y al paso de los niños, hasta que llegue
a mi señor a Seir. [1]
I.- Acerca
de lo que restaba de viaje.
1. Esaú se ofrece a ser su
guía y acompañante, en señal de reconciliación sincera (v. 12). Parece que Esaú está encantado con la
compañía de Jacob y se ofrece a conducirle hasta Seír. Aprendamos a no
desesperar de nadie y a no desconfiar de Dios, en cuyas manos están todos los
corazones. Sin embargo, Jacob expresó con toda modestia sus razones para
rehusar este ofrecimiento (vv. 13–14), y mostró una tierna preocupación por su
familia y sus ganados, como buen padre y buen pastor. Debe tener consideración
con los niños y con los rebaños con crías, para no conducirlos demasiado
deprisa. Esta prudencia y delicadeza de Jacob debe ser imitada por quienes
tienen el cuidado y el encargo de educar a los niños y a los jóvenes en las
cosas de Dios. No hay que apresurarlos al principio con tareas duras en los
servicios religiosos, sino guiarlos en la medida de sus fuerzas, y hacerles el
trabajo lo más fácil posible. Así lo hace Cristo, el Buen Pastor (Isa. 40:11).
2. Esaú ofrece algunos de
sus hombres para que le sirvan de guardia y escolta (v. 15).
(A) Jacob piensa, en su humildad, que no lo necesita para su dignidad.
Elena
de White comenta al respecto: “En el camino penoso de la vida sepa el
marido y padre ir “poco a poco” al paso en que pueda seguirle su compañera de
viaje. En medio del gentío que corre locamente tras el dinero y el poder,
aprenda el esposo y padre a medir sus pasos, a confortar y a sostener al ser
humano llamado a andar junto a él”.[3]
3.- Ilustración:
El
nevado de Huaytapallana (la suiza Huanacayna) en Huancayo-Perú, para llegar
allí tenemos que realizar una caminata de 3 km, por una zona pendiente y a una
temperatura de más de 4,000 msnm. Realizar esa caminata con niños se requiere
la consideración de Jacob “poco a poco”, pero al final vale la pena llegar
allí.
4.- Aplicación:
Que el cuidado y
tierna atención que Jacob da a su familia y a sus rebaños, nos recuerden al
buen Pastor de nuestras vidas, que reúne a los corderos con su brazo y los
lleva en su regazo y, bondadosamente, guía a las que están recién paridas,
Isaías 40, 11. Todos debemos seguir su ejemplo como padres, maestros o
pastores.[4]
Elena de White dice: “Más de un marido y padre podría
sacar provechosa lección del solícito cuidado del fiel pastor. Jacob, al verse
instado a emprender difícil y apresurada caminata, contestó: ´Los niños son
tiernos, y...´” (Exaltad a Jesús, 216)
Pr. Wilbert Maluquish
Agosto, 2015
[1]Reina
Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998), Gn
33.13-15.
[2]Matthew
Henry and Francisco Lacueva, Comentario Bı́blico De Matthew Henry (08224
TERRASSA (Barcelona): Editorial CLIE, 1999), 60.
[4]Matthew
Henry, Comentario De La Biblia Matthew Henry En Un Tomo. (Miami:
Editorial Unilit, 2003), 54.