1.- Lección: Dios obra para protegernos de la adversidades, crisis, necesidades de la vida.
2.- Texto: Gén 43:11-14 “11Entonces Israel su padre les
respondió: Pues que así es, hacedlo; tomad de lo mejor de la tierra en vuestros
sacos, y llevad a aquel varón un presente, un poco de bálsamo, un poco de miel,
aromas y mirra, nueces y almendras…Y el Dios Omnipotente os dé misericordia
delante de aquel varón, y os suelte al otro vuestro hermano, y a este Benjamín.
Y si he de ser privado de mis hijos, séalo”.[1]
Frente a la
difícil decisión de dejar ir a Benjamín con sus otros hijos, y el temor de
perderlo o que algo malo le fuera a suceder, Jacob echó mano de sus
experiencias anteriores y aconseja a sus hijos:
I.- Se
echan de ver en tres cosas la prudencia y la justicia de Jacob:
1. Devolvió el dinero que habían encontrado en la boca de los sacos, con
esta discreta consideración: Quizá fue equivocación (v. 12). Aunque
obtengamos algo por equivocación, si nos lo quedamos una vez que ha sido
descubierta la equivocación, lo estamos guardando fraudulentamente. [2]Además del deber de restituirlo, la
honradez en este caso era el camino mejor y más seguro que podrían seguir.[3]
2. Envió el doble de dinero, puesto que ahora tenían que pagar por el trigo
ya comprado y por el que iban a comprar en este viaje, especificando de nuevo
(no es otro dinero) lo del dinero devuelto.
3. Envió también un presente de cosas que se hallaban en cierta abundancia
en Canaán, pero que escaseaban en Egipto como la miel de dátiles y las
almendras o probablemente, los pistachos (v. 11), además de otras cosas muy
apreciadas que Canaán exportaba (37:25).[4]
Esto probaría honestidad y buena intención.
II.- La
piedad de Jacob se echa de ver en su oración: El Dios Omnipotente (El-Shadday = el Dios Todosuficiente) os de misericordia delante de aquel varón
(v. 14). Jacob apela al
nombre con que Dios se había revelado a su abuelo Abraham (17:1), pues nadie,
excepto el Todosuficiente, podía ayudar a un pobre padre que temblaba por la
pérdida probable de su hijo menor tras haber perdido a su favorito José. Jacob
había cambiado, hacía tiempo, un hermano furioso en amable mediante un presente
y una oración; y ahora usa los mismos medios, con el mismo feliz resultado.[7]
Elena de White comenta al respecto: Cuando sus hijos se
disponían a emprender su incierto viaje, el anciano padre se puso de pie, y
levantando los brazos al cielo pronunció esta oración: “Que el Dios omnipotente
haga que ese hombre tenga misericordia de vosotros, y os suelte al otro hermano
vuestro y a este Benjamín. Y si he de ser privado de mis hijos, que lo sea”.[8]
3.- Aplicación:
Dios estaba
obrando para proteger a Jacob y su familia en Egipto. Indudablemente Dios está
haciendo eso mismo con cada uno de nosotros. Dios esta obrando!!!
Pr. Wilbert Maluquish
Agosto, 2015
[1]Reina Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades
Bı́blicas Unidas, 1998), Gn 43.11-14.
[2]Matthew Henry and Francisco Lacueva, Comentario
Bı́blico De Matthew Henry (08224 TERRASSA (Barcelona): Editorial CLIE,
1999), 68.
[3]Roberto Jamieson, A. R. Fausset and David Brown, Comentario
Exegético Y Explicativo De La Biblia - Tomo 1: El Antiguo Testamento (El
Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones, 2003), 55.
[5]Roberto Jamieson, A. R. Fausset and David Brown, Comentario
Exegético Y Explicativo De La Biblia - Tomo 1: El Antiguo Testamento (El
Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones, 2003), 55.
[6]Daniel
Carro, José Tomás Poe, Rubén O. Zorzoli and Tex.) Editorial Mundo
Hispano (El Paso, Comentario Bı́blico Mundo Hispano Genesis, 1. ed. (El
Paso, TX: Editorial Mundo Hispano, 1993-<1997), 233.
[8]Elena de White,
Historia de los Patriarcas y Profetas, 205.